No me quiero decepcionar

victoria de samotracia

Esta figura provocó una enorme revolución cuando emerge en la sociedad porque en el momento, la gente estaba habituada a ver esculturas y torsos desnudos. La sinuosidad de esta mujer vestida, representa para mi la minuosa mentalidad humana que inevitablemente se ciñe a unos patrones sociales. Y nos escandalizamos e incluso rechazamos al que no se incluye en ellos.

En la Antigua Grecia, era normal ser bisexual.
Hoy en día, es raro serlo, aunque ya empezamos a concebir al gay. Cuidado! la lesbiana todavía nos parece un bicho raro...
Y un hombre que se acuesta con dos mujeres, es todo un machote eh?

En fin, aunque parece a priori un ejemplo senil, hoy simplemente he pensado que alguien en el futuro mirará hacia nosotros y dirá: qué manera más rara de pensar tenía la sociedad del siglo XXI. Y yo perdiendo el tiempo, procurando encajar en ella. No quiero decepcionar a nadie, pero sobretodo, no me quiero decepcionar a mi..
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